La investigación puede interpretarse como un proceso que a través de la aplicación del método científico, busca obtener información relevante, significativa, informativa, objetiva, vinculante, fidedigna e imparcial, para interpretar, entender, verificar, corregir o aplicar el propio conocimiento. Dentro de las investigaciones criminales existen varias herramientas las cuales se utilizan para orientar, conocer y establecer la presencia de personas en una escena del crimen.
Sin duda, las ciencias forenses integran este aspecto, con el auxilio de las ciencias específicas se individualizan personas, por ejemplo, casos donde hay presencia de huellas dactilares a través de lofoscopía, muestras biológicas a través de genética e incluso de forma no perenne como un manuscrito a través de grafotecnia.
En casos de transferencia cuando se trabaja con indicios biológicos en los laboratorios de serología y genética del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala –INACIF-, se analizan muestras de sangre, semen, saliva u otras células para la correlación de víctima-sospechoso-escena de crimen; esto se aplica a asesinatos, homicidios, femicidios y otros delitos (Guillen, 2013 ; Guzmán, 2000).
De acuerdo al principio de intercambio de Locard, siempre que dos objetos entran en contacto transfieren e incorporan material entre sí. En los casos de violación sexual, este principio podría aplicarse. Sin embargo, en el ámbito de la investigación de delitos sexuales, generalmente el enfoque de las solicitudes y peritajes científicos va dirigido a detectar la presencia de los fluidos biológicos transferidos del agresor a la víctima, razón por la cual se toman hisopados de las distintas regiones anatómicas de la misma, y además se recolectan otros indicios como prendas, sábanas o cualquier otra superficie en donde pudiera haberse transferido fluidos del agresor (Carreras, Salanova & Hernández, 2009).
Se describe un caso en el que destaca el trabajo de los investigadores, los peritos y de todo el personal involucrado en la resolución del mismo, se logró vincular científicamente a través de la transferencia de ADN, (de los agresores a la víctima y viceversa) a cuatro personas sindicadas de cometer los delitos de violación y asesinato, logrando así INACIF cumplir su misión de aportar los análisis científicos al sistema de justicia brindando herramientas para la resolución de hechos delictivos.
Los resultados descritos muestran que se detectó presencia de fluido seminal en los hisopados vaginales, anales y orales de la víctima. En las prendas de vestir recolectadas de la víctima no se detectó fluido seminal ni se observaron espermatozoides.
Al momento de la captura de dos de las cuatro personas sospechosas de atacar a la víctima, se les requirió la entrega de la ropa que vestían. Entre las prendas decomisadas se encontraban dos pantalones, dos cinchos, dos playeras, un sudadero, una camisa, un par de zapatos y dos calzoncillos tipo bóxer.
Estos últimos fueron individualizados al momento de su incautación, de acuerdo al nombre del sospechoso al cual pertenecían y el número de Documento Personal de Identificación –DPI-; estos datos fueron consignados en la cadena de custodia. Cabe destacar que también se les decomisó a uno de los sospechosos, una prenda interior femenina y un cuchillo.
Las prendas recolectadas y el cuchillo fueron analizados en el laboratorio de serología detectándose sangre humana en una playera, un pantalón un cincho, un cuchillo, una camisa y un sudadero, mediante las pruebas de fenolftaleína y Hematrace®. También se realizaron los análisis correspondientes para determinar la presencia de semen
y/o espermatozoides en las prendas mencionadas, determinándose la presencia de fluido seminal y espermatozoides en una de las playeras recolectadas, así como en los dos calzoncillos bóxer (Cox, 1991 ; Li 2008).
Posteriormente durante la investigación se tiene la captura de un tercer sospechoso. A solicitud de la autoridad competente se realizó la diligencia de toma de muestra de sangre fijada en papel FTA, a tres de los cuatro sospechosos de haber violado y asesinado a la víctima.
Los indicios de los cuales se obtuvo un resultado positivo para sangre, semen y/o espermatozoides fueron trasladados al laboratorio de genética para ser comparados con las muestras de ADN tomadas a los tres sospechosos. Por lo que se realizó el cotejo genético entre los indicios indubitados de sospechosos No. 1, No. 2 y No.3, la victima y los indicios recolectados en la escena y durante la necropsia.
La tabla No. 2 muestra los resultados más importantes obtenidos durante el cotejo de los perfiles genéticos de referencia de los tres sospechosos y la víctima, con los indicios que fueron recolectados durante la necropsia y en la escena del crimen.
Como ya fue mencionado, al momento de ser analizados los calzoncillos tipo bóxer no presentaban manchas de sangre, solamente se detectó la presencia de semen y espermatozoides, por lo que podría presumirse que el ADN de la víctima, probablemente provenía principalmente
células epiteliales transferidas de la víctima a los victimarios durante la violación sexual.
Este hecho hace que pueda considerarse un nuevo factor al momento de realizar las investigaciones de violaciones sexuales, y pone de manifiesto la importancia de recolectar la ropa interior o la toma de muestra a través de hisopados en el área genital del agresor, si este es capturado poco después o al momento de haber cometido el delito, ya que puede representar una fuente de transferencia de ADN víctima-victimario.
Aún más importante será en el caso de violaciones sexuales a víctimas menores de edad, donde la fricción junto con la tracción y la posibilidad de transferencia de células epiteliales y sangre serán mayores que en el caso de víctimas de mayor edad. Puede explicarse por la fisiología de los cuerpos de las menores de edad, especialmente de las más jóvenes, no están preparados para sostener una relación sexual, por lo que son más propensos a lesiones anales, vaginales o incluso trastornos inflamatorios de los órganos genitales femeninos, anorgasmia, vaginismo, dispareunia, dolores pélvicos crónicos, menopausia temprana por citar algunos (Butler, 2005 ; Silva & Widoycovich, 2011 ; García & Solares, 2014).
A través de las ciencias de la serología y genética forense podemos obtener información que pone de manifiesto la participación de los hechos de estas personas en el crimen perpetuado. Este caso ha tenido una relevancia para la formulación de los planteamientos en los objetivos de los cotejos genéticos; de igual manera el saber la presencia de cada rastro biológico encontrado ayuda a visualizar la secuencia de los hechos o a individualizar la participación.
Se puede concluir que los tipos de pruebas periciales mencionadas en este artículo son vitales para esclarecer la verdad de los hechos. De igual manera, se debe hacer mención de la importancia del investigador criminal especialmente en la formulación de hipótesis de trabajo y seguimiento del plan investigativo criminal.
Somos una institución con autonomía funcional e independiente que surge como consecuencia de la necesidad de unificar y fortalecer los servicios periciales forenses en Guatemala, mediante el desarrollo científico del trabajo que realiza como institución autónoma, garantizando la imparcialidad y confiabilidad de la investigación técnica científica, contribuyendo así al sistema de justicia.
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